En la celebración del día del DOMUND (22 de octubre) damos las gracias a los cerca de 13.000 españoles en misión y de manera especial compartimos con vosotros el siguiente artículo, donde a través del testimonio se nos enseñan qué significado tiene el ser misionero o misionera.
DIA DEL DOMUND 2017, LOS PROTAGONISTAS, MILES DE VALIENTES EN TIERRAS DE MISIÓN
“Sé valiente, la misión te espera” Con este lema Obras Misionales Pontificias lanza la campaña DOMUND 2017 con el claro objetivo de animarnos a salir de nosotros mismos y tomar parte en la actividad misionera de la Iglesia. La misión no tiene límites ni fronteras. Tampoco es exclusiva de algunos, está abierta a todos y este año, incluso, la ilustración del cartel es cómo un salto al vacío. No obstante, no es así, es un salto de entrega. Al otro lado están nuestros hermanos, amigos, necesitados, hambrientos, excluidos… ¡Cómo no vamos a tomar parte en este desafío!
A lo largo de la historia de las misiones han sido muchos, muchísimos, los valientes, los héroes, los mártires… que lo han dado todo en territorios de misión. Muchos de ellos incluso han llegado a ser santos. Este año que Galicia celebra de forma especial el DOMUND, acogiendo la exposición El DOMUND al descubierto y todas las actividades misioneras que rodean esta muestra, recordamos a uno de sus santos misioneros, San Francisco Blanco, patrón de Ourense, natural de Tameirón, que murió mártir en Japón, junto a otros 23 hermanos, a los 27 años. Siguiendo sus pasos están casi 350 misioneros gallegos en diferentes lugares del mundo. Mujeres y hombres valientes, como Nieves Quiroga, Julia Aguiar o Manuel Carreira.
Le preguntamos a Nieves Quiroga si la palabra misionero va unida a la de valiente y explica desde Bata, en Guinea Ecuatorial, que “todos los cristianos tenemos la responsabilidad de estar atentos de los demás, de ver sus limitaciones, sus necesidades y ayudarles dentro de nuestra capacidad; estamos hechos para servir y ayudar… no todos en la misma medida y cada uno en su estado de vida, la misión de Dios en él”.
“Este hecho de cumplir esa voluntad de Dios en cada uno de nosotros, en su lugar, con sus responsabilidades, y hacerlas bien, eso ya es valentía”, según Nieves Quiroga. “Todos somos valientes. Los padres de familia, los periodistas…. Todos los que intentamos luchar cada día por las pequeñas cosas, por un mundo más justo, un mundo con más igualdad, un mundo para todos, donde el dolor cada vez sea menor y más llevadero”.
Por lo tanto, ser misionero o misionera, no tiene que ir necesariamente unido a ese tipo de valentía que nos imaginamos, “sino a una persona que siente la necesidad de hacer bien las cosas de cada día, de poner el corazón de Dios en todo, de apoyar, de ayudar y servir a personas que están cerca o un poco más lejos de lo que es habitual, haciendo Iglesia en todos los lugares, pero cumpliendo esa inquietud que el Señor ha puesto en el interior de salir a países que quizás están más lejanos. Pero la verdadera valentía es escuchar lo que Dios te está diciendo que hagas en cada momento y hacerlo, ya sea aquí o allá, lejos o cerca”.
Nieves forma parte del Instituto Secular Operarias Parroquiales Magdalena Aulina como laica consagrada. Estudió Enfermería y realizó labores benéficas en Barcelona y otros puntos de Cataluña, para trasladarse después a Guinea Ecuatorial, donde está dedicada al campo de la salud con los más desfavorecidos. Y por si esto fuera poco también es representante legal de la Fundación de Religiosos para la Salud (FRS) en Guinea Ecuatorial.
Nieves Quiroga es de Lugo y el año pasado fue condecorada con la medalla de la Orden de Isabel la Católica. Se la entregaron en el consulado de Bata, en nombre del rey Felipe VI, con la que se reconocen sus casi 30 años de servicio sanitario en Guinea Ecuatorial.
“¡Claro que sentí una gran alegría a nivel personal!”, dice a Supergesto, “pero la medalla la recibí con el sentimiento de reconocimiento a todos los religiosos que trabajan en el campo de la salud y educación en Guinea Ecuatorial durante muchos años. Ha sido una oportunidad en la que se ha reconocido, por el Gobierno Español, el trabajo que hacen los religiosos a nivel profesional y a nivel vivencial del Evangelio. Reconocimiento a tanto sacrificio, esfuerzo y amor dado por tantas personas consagradas viviendo con la población guineana durante 30 años para conseguir un país con un mayor número de personas que sean más humanas y capaces de replicar lo que han visto con el testimonio de todos los religiosos ya sean sanitarios o educadores”.
Finalmente le pedimos a esta misionera gallega en África, que nos revele el secreto de por qué engancha la misión en cuanto se prueba. “Es una necesidad, es responder a lo que sientes que debes hacer. Entonces las renuncias, los sacrificios, y todas las dificultades de la propia vocación toman sentido, porque lo único importante es humanizar al mundo en el pequeño pedazo que cada uno tiene a su lado, predicar a Cristo y su salvación. Esto da alegría, ilusión y felicidad y eso es lo que engancha. Sentirse ubicado y feliz. Dar aquello que cada uno tiene lo material y lo espiritual con ingenio y con mucha creatividad en muchas ocasiones para superar las dificultades.”
Misioneros o ángeles
En Guinea Ecuatorial está también otro valiente, el misionero compostelano, Manuel Carreira, medalla encomienda de la Orden de Isabel la Católica, como Nieves. El hermano Carreira, que pertenece a la orden religiosa de la Salle, lleva en este país africano más de 33 años. Manuel dedicó muchos años a la docencia y ahora prepara a los catequistas de la Selva. Hablando precisamente de valentía decía que “cuando haces lo que te gusta y lo haces de corazón, las contrariedades se superan”.
En el año 80, después del golpe de Estado en Guinea, le pidieron ayuda y allí que se fue y todavía sigue. A la pregunta de si tomar esa decisión fue lo acertado, explica que “era dejar la vida cómoda y pasar de tenerlo todo a no tener nada, pero dejarlo todo forma parte de los misterios de la exigencia de Dios”.
Y si hablamos de misioneros gallegos valientes no podemos dejar de acordarnos de Sor Julia Aguiar, el ángel de Benín, como la llaman. Misionera de Ourense que lleva casi 40 años al frente de
un centro médico en plena selva, en Zagnanado, Benin, uno de los países más pobres del mundo. Pertenece a las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. Julia, después de una corta experiencia en Venezuela, fue destinada a Benín. Allí se encontró con enfermedades desconocidas, con problemas de salud raros, como la úlcera de Buruli. Junto a sus hermanas empezaron a investigar, a trabajar, a operar, a amar a la gente contagiada… En 1981 inauguran un centro de salud que acoge hasta 200 enfermos, aunque solo tienen camas para 150. Allí están luchando todos los días para ayudar a estos enfermos con unos síntomas y manifestaciones entre la lepra y la tuberculosis.
Por si esto fuera poco, los lunes, miércoles y viernes consulta con 300 enfermos; los martes opera a una media de 50 pacientes; y el jueves trabaja como dentista. En ocasiones las colas en la puerta del centro son de cientos de personas. Apenas si tiene tiempo de contárnoslo…
La Universidad de Nápoles nombró en 2009 a Julia Aguiar, doctor honoris causa en Medicina y Cirugía, en reconocimiento a su labor en la lucha contra la úlcera de Buruli, enfermedad tropical endémica en Benín.
El DOMUND de este año rinde un merecido homenaje a todos estos valientes, a los misioneros que están en tierras de misión, pero también a aquellos que van a ser enviados próximamente y a todos los jóvenes que este verano han pasado sus vacaciones en misión.
Montserrat Vilaseca
https://misionesdelugo.blogspot.com.es/2017/10/testimonios-misioneros-domund.html?m=1
https://www.fundacionfrs.es/?menu=15&idcontenido=440
https://www.conferenciaepiscopal.es/domund-2017-se-valiente-la-mision-te-espera/